Desde la primera pulverización, esta fragancia despliega una explosión de especias cálidas y vibrantes, con el azafrán y la canela liderando la apertura. Estos ingredientes aportan un toque picante y levemente dulce, generando una sensación de opulencia y distinción. Acompañándolos, aparecen notas de nuez moscada y cardamomo, que refuerzan el carácter especiado de la composición y añaden un aire misterioso y seductor.
A medida que la fragancia evoluciona, el corazón revela una fusión exquisita de madera de oud y ámbar. El oud, uno de los ingredientes más preciados en la perfumería oriental, aporta profundidad, terrosidad y un matiz ligeramente ahumado que eleva la riqueza del perfume. El ámbar, por su parte, añade calidez y sensualidad, haciendo que la fragancia se sienta envolvente y adictiva. También se perciben toques de rosa y jazmín, que suavizan el conjunto con un matiz floral sutil pero elegante.
En la fase final, la fragancia se asienta en una base robusta y sofisticada, donde la madera de sándalo y el cuero toman protagonismo. Estas notas le confieren una sensación cremosa, terrosa y con un ligero matiz animalístico que refuerza su carácter masculino y distintivo. Complementando la base, la vainilla aporta una dulzura refinada, mientras que el almizcle blanco contribuye a una sensación de limpieza y durabilidad prolongada.
Lattafa Qaa’ed es un perfume potente y duradero, ideal para las estaciones más frías como otoño e invierno. Su proyección es notable y deja una estela impactante, convirtiéndolo en una opción perfecta para ocasiones especiales o noches elegantes. Su versatilidad permite que lo usen tanto hombres como mujeres, aunque su carácter intenso lo hace más adecuado para quienes disfrutan de fragancias audaces y con presencia.
En definitiva, Lattafa Qaa’ed es una joya de la perfumería árabe, combinando lo mejor de las especias, la madera de oud y las notas cálidas en una fragancia memorable y sofisticada.
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