La fragancia se abre con una nota de cabeza refrescante y exótica compuesta por mandarina amarga, naranja amarga y menta. Esta salida cítrica y mentolada proporciona una sensación de frescura instantánea y una energía vibrante que capta la atención desde el primer momento. Es una introducción audaz, con un toque especiado que aporta una elegancia natural sin ser demasiado intensa.
En el corazón, el perfume revela una mezcla cálida y especiada de comino, clavo de olor y pachulí. Estas notas crean una experiencia olfativa rica y envolvente que añade profundidad y carácter. El pachulí, en particular, aporta una calidad terrosa y sofisticada que contrasta sutilmente con la frescura inicial, dando paso a una evolución que refleja la complejidad del hombre que lo lleva.
Finalmente, las notas de fondo están compuestas por sándalo, tabaco, ámbar y almizcle. Esta base amaderada y cálida aporta una sensación duradera de elegancia, sensualidad y masculinidad. El tabaco, en especial, le da un toque clásico y maduro, mientras que el ámbar y el almizcle prolongan la estela del perfume con suavidad y persistencia.
Baldessarini es ideal para ocasiones formales, cenas elegantes o reuniones importantes, aunque su versatilidad permite también su uso en ambientes cotidianos por hombres que quieren destacar sin ser estridentes. La duración es notable, permaneciendo en la piel durante horas sin perder su complejidad.
Su frasco refleja la esencia del perfume: líneas limpias, masculinas y con un diseño atemporal que transmite lujo discreto. La fragancia en sí ha sido bien recibida por su equilibrio entre frescura, especias y calidez, convirtiéndose en un favorito de muchos hombres que buscan una firma olfativa única y madura.