La fragancia se abre con un toque exótico y especiado gracias a la flor de frangipani, que aporta una suavidad cremosa y tropical desde el primer instante. Esta nota inicial da paso a un corazón floral profundo donde el absoluto de nardo y el jazmín sambac se entrelazan de forma hipnótica, evocando una sensualidad intensa, cálida y elegante. Estas flores blancas, tradicionalmente asociadas con la feminidad y el lujo, aportan una textura aterciopelada que contrasta con la apertura luminosa.
La base del perfume revela el verdadero carácter de La Femme Intense, con notas de pachulí, vetiver y vainilla. El pachulí aporta una profundidad terrosa y sofisticada, mientras que el vetiver añade un matiz amaderado seco, elegante y ligeramente ahumado. La vainilla suaviza la composición, envolviendo todos los elementos en una estela cálida, adictiva y persistente que permanece en la piel durante horas.
El frasco, que sigue la línea estética de la colección Prada La Femme, combina lo clásico y lo moderno: curvas suaves, detalles dorados y un revestimiento de cuero burdeos que sugiere lujo discreto y atemporalidad. La presentación es tan elegante como la fragancia que contiene.
Prada La Femme Intense es ideal para las estaciones más frías y para ocasiones especiales en las que se desea dejar una impresión duradera. Es una fragancia que transmite madurez, fuerza y sofisticación sin perder un ápice de sensualidad. A diferencia de muchas fragancias intensas, no abruma, sino que seduce con su complejidad armoniosa y su evolución constante sobre la piel.
En resumen, Prada La Femme Intense es una fragancia floral oriental con carácter, perfecta para mujeres que aprecian el lujo clásico con un giro contemporáneo. Una composición que habla de pasión, elegancia y profundidad emocional.
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